
Mi madre me guarda mis vinilos en su casa. Cuando voy a visitarla me entretengo un ratito mirando las portadas, algo que me transporta a momentos de mi pasado adolescente. De vez en cuando me traigo alguno para casa y lo escucho nostálgico en el salón. Este domingo fue el turno de Phantom, Rocker & Slick y su disco homónimo (EMI, 1985). A mi me encantaban Stray Cats y me compré por casualidad este disco que grabaron Slim Jim Phantom y Lee Rocker (tras disolver la banda por sus constantes diferencias con Brian Setzer) con uno de los guitarristas más emblemáticos de David Bowie (Slick). El disco en cuestión no es gran cosa, aunque en un principio prometía mucho esa mezcla explosiva entre rockabilly y glam. En fin, se trata de diez cancioncillas de rock'n'roll supertrillado, totalmente previsible; un disco con sus baladillas y tal, sus tics cansinos y los solos insoportables e inoportunos de Slick. Lo incomprensible es como volvieron a grabar otro disco un año después (Cover Girl, EMI), ya que la crítica con el primero les fulminó y el éxito que obtuvieron con los singles extraídos fue más bien discreto. Phantom y Rocker demostraron tener poco talento lejos de Brian, aunque este último demostró exactamente lo mismo en su exitosa carrera en solitario. A pesar de todo, van pasando los años y siempre en un momento u otro decido escuchar de nuevo este disco. Me pregunto por qué acabo de una forma recurrente dándole una desmerecida oportunidad... ¿será por qué me trae tantos buenos recuerdos?